A los 21 años, Iñaki Gabilondo (San Sebastián, 1942) comenzó a ejercer la profesión de periodista en Radio Popular de San Sebastián. Desde entonces han transcurrido cinco décadas de dedicación a la radio y la televisión, en las que su nombre y su voz se han convertido en referentes para miles de personas, ha escrito sobre su experiencia y se ha adaptado a la revolución tecnológica, entrando en el mundo de los videoblogs. Ayer, la Asociación Vasca de Periodistas le entregó el premio que reconoce a "los maestros" del oficio.
Gabilondo recogió la escultura de Nicolás Alba El soñador de realidadesde manos de Sara Estévez, la primera mujer que ejerció el periodismo deportivo en el País Vasco, la anterior galardonada por la Asociación Vasca de Periodistas, en el atrio de la Alhóndiga, en Bilbao. La Asociación Vasca de Periodistas reconoce con el premio una trayectoria profesional marcada por "una acertada capacidad de análisis de la realidad, y gran sensibilidad para poder explicarla" y la reivindicación de "ejercer el periodismo desde la honestidad".
Su trayectoria recorre cinco décadas de trabajo en radio y televisión
El periodista insta a sus colegas a hacer "un relato compartido" en el camino a la paz
La seductora voz de Gabilondo se dirigió al público para pedirles que exijan a los periodistas su derecho a la información y aparten de un manotazo al que no cumpla con esa premisa. "El periodismo no tiene sentido si no es como administrador de un derecho ciudadano, el derecho público a la información", dijo. "No tenemos otros jefes. Se nos olvida porque los ciudadanos no se han dado cuenta".
La distinción de los periodistas vascos completa una larga nómina de premios. Gabilondo ha recibido seis Ondas, tres Antenas de Oro y dos Micrófono de Oro. También ha merecido el Premio Ortega y Gasset de radio, el Víctor de la Serna, de la Asociación de la Prensa de Madrid, y el Francisco Cerecedo de la Asociación de Periodistas Europeos por ser "el exponente máximo del periodismo libre". Es también doctor honoris causa por la Universidad Rey Juan Carlos y cuenta con la Medalla de Oro del Ministerio de Trabajo, entre otras condecoraciones. El periodista guarda con especial cariño el Tambor de Oro, que le entregó en 1988 la ciudad de San Sebastián.
Gabilondo transmitió la pasión por su oficio, "un encuentro sacramental", defendió, entre informadores y el público al que se dirigen. "El periodismo se inventó para acompañar el deseo de libertad", defendió. "Reclamemos juego limpio y honestidad".
En el proceso hacia la paz en el País Vasco el periodista animó a sus compañeros de profesión a participar en "la construcción de un relato compartido" que ayude a la convivencia entre diferentes. "Vivir es convivir", destacó. "Y el periodismo tiene que estar en el proceso".
http://elpais.com/diario/2011/10/05/paisvasco/1317843616_850215.html